Quien tiene un amigo, tiene un tesoroy aunque a veces no nos vemos tanto como nos gustaría, seguimos en contacto con aquellos con los que compartimos mantel y hamburguesas, aunque sea en la distancia y muchas veces, nos descubren rinconcitos tan estupendos como el que tratamos hoy. Y es quelos chicos de Cooking and disfruting son grandes comedores y mejores bebedoresy por eso hay que hacer caso de sus recomendaciones. Hace poco estuvieron en 360º Parrilla Americanay nos pusieron los dientes largos, así que no tardamos mucho en llegar a estelocal apartado, como escondido, destinado a ser disfrutado por unos pocos. Con un espacio amplio y decorado mínimamente, las sorpresas se las reserva en sus propuestas.
La carta hace honor a su nombre, ofreciendoentrantes habituales como aros de cebolla, nachos o alitas, dejando una gran superficie a las hamburguesas, que podemos personalizar con el tamaño de la carne, el panecillo o la guarnición (algo que nos recuerda mucho a New York Burger) y cómo no, de carnaza cocinada en parrilla de carbón y unos cuantos postres. Además, se nos informa de la calidad de la carnaza, picada a diario y 100% cebón. Vamos, que prometen un disfrute constante.
Para empezar y aunque veníamos avisados, pedimos unos jalapeños rellenos de queso Cheddar que no nos dijeron gran cosa. Ya desde su presentación descuidada confirmamos que los entrantes no son el punto fuertedel garito y dejan bastante que desear, como pudimos ver en las fotos de nuestros amigos los Cooking. Una lástima.
Pero un comienzo regulero no implica que el resto de la experiencia no suba como la espuma y así fue al llegar nuestras hamburguesas a la mesa. Precedidas por un olorcito rico a carbón, nuestra camarera se quedó con nosotros hasta que comprobamos que el punto de la carne era el solicitado (ahora hablaremos de ello). Comenzamos con una Arlington de 250 gramos de carne, queso Gorgonzola y tomate asado. Queda patente que aquí saben hacer las cosas y el equilibrio entre unos ingredientes complicados es sobresaliente. Todo está en su sitio, aportando sabor, pero sin enmascarar nada, dejando todo el protagonismo a una carne jugosa y bien cocinada.
Aunque nos dijeron que comprobásemos el punto de la carne, vimos que estaba un poco por encima de lo solicitado, cosa que no impidió que disfrutásemos a cada bocado con ella, muy bien sazonada y jugosa, con un picado casi perfecto y un tamaño ideal que, ante la digestión tan ligera que nos dio, a pesar de estar cocinada al carbón, sólo nos dejó con ganas de haberla perdido todavía más grande.
Para esta ocasión optamos por un pan de cereales, que llegó bien tostadito, fresco y que aguantó en todo momento nuestras hambrientas embestidas. Para la guarnición pedimos una patata asada con mantequilla que hizo las delicias de la mesa. ¡No dejamos ni la piel!
En la otra esquina de la contienda tuvimos a la hamburguesa Ranchera, con las mismas virtudes carnales, pero sumando un queso Cheddar fundido de forma elegante, coronado por una loncha de bacon a la parrilla al que sólo le sacamos un punto negativo: ¡tenían que haber sido dos! Además, esta combinación incluye guacamole, totopos y un cuenquito de frijoles. Una burger más difícil de comer, pero igualmente deliciosa, en la que, una vez más, todo está perfectamente equilibrado.
La unión de todos los elementos, junto con la cebolla morada cruda hizo que casi tocásemos el cielo, sobre todo si sumamos ese sabor a parrilla de carbón que nos enamoró; abrazado todo por un pan con semillas de amapola estupendamente tostado e igualmente fresco. Eso sí, no pudimos pasar sin probar las patatas fritas, caseras y deliciosas, presentadas en una ración la mar de adecuada.
En definitiva, esta Parrilla americana nos dejó súper encantados, si bien es cierto que el tema de los entrantes debe mejorar, con las hamburguesas hemos encontrado todo un paraíso y casi no les podemos encontrar ninguna pega, menos en el apartado del punto, pero es un detalle tan pequeño, en comparación con la satisfacción que tuvimos en cada bocado, que estaríamos dispuestos a pasarlo por alto. Todo esto con precios ajustados, demostrando una vez más que, si se quiere, se puede ofrecer calidad y saber hacer sin atacar a nuestros bolsillos. Lugar al que volver y dejarse llevar por los aromas del carbón como hacía años que no encontrábamos (salvo en alguna honrosa excepción).
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
2 CERVEZAS MEDIO LITRO:7 €
1 TERCIO DE CERVEZA: 5.5 €
1 JALAPEÑOS: 7.5 €
1 HAMBURGUESA ARLINGTON 250 GR.: 9.9 €
1 HAMBURGUESA RANCHERA 250 GR.: 9.9 €
TOTAL: 37.8 €
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