Ya sabéis que nos encanta comer y descubrir nuevos locales a lo largo y ancho de nuestra geografía, ya sea en Madrid, España o el mundo. Pero también es verdad que nos encanta ponernos frente a los fogones y experimentar con recetas locas (o no tanto) para disfrutar de la buena carne emparedada. Lo malo de esto es que no contamos con las mismas herramientas que un restaurante especializado y muchas veces echamos ese toque con el que disfrutamos. Pues bien, todo eso ha cambiado gracias a Sauvic, una empresa que se dedica, entre otras cosas, a crear y distribuir mini barbacoas de sobremesa para que nos hagamos unos auténticos maestros parrilleros.
Como veis, los diseños son de estilo vintage, ofreciendo varias posibilidades, según los gustos. También disponen de las mismas versiones, pero en formato "individual", o sea, chiquititas, que, os aseguramos, quedan súper cuquis en la mesa. Junto a ellas, el pack lo completan unas briquetas de carbón vegetal necesarias para hacer el fuego y sus correspondientes brasas. Nosotros usamos unas hechas con cáscara de coco que no producen nada de humo, por lo que, si os decidís a probarlas en casa, pensad que sólo os "molestarán" las emanaciones propias del cocinado.
Dicho esto, sólo os recomendamos pensar bien cómo encender las briquetas, ya que cada una tiene un método y corréis el riesgo de llenarlo todo de humo, así que salid a un espacio exterior, ponedlo todo en marcha y cuando llegue el momento, ya os podréis poner manos a la obra. Para ello, la caja incluye una tabla de madera para que la barbacoa se aisle de la superficie en la que la vayamos a depositar y una parrilla en acero inoxidable para colocar los ingredientes que vayamos a cocinar.
Para tal ocasión, hemos querido aprovechar para darle una pequeña vuelta a una de las hamburguesas más famosas de Food Truck, uno de nuestros locales favoritos. Se trata de la que consta de carnaza, foie y reducción de pedro Ximénez, que esta vez sustituiremos por perlas de Cream, una variedad formada por una mezcla de uvas Palomino y Ximénez. El resultado es una carne que nos vuelve locos, el pan de los amigos de La miguiña, que cada vez nos gusta más y la mousse de hígado de pato, todo bien colocado sobre el calor.
Para las perlas, usamos agar agar con el vino, para luego echarlas en aceite frío para que las esferas se vuelvan resistentes. Como consecuencia, tenemos un potenciador del sabor del foie que explota literalmente en la boca. Todo ello con el ahumado de la carne y ese pan tostado que nos encanta.
Para acompañar, no podían faltar las patatas fritas, caseras, fritas a nuestro gusto (aquí no gana ningún local xD) y para beber, nada mejor que seguir potenciando mediante el maridaje de ese Cream, procedente de las Bodegas Díez Mérito y con el que disfrutamos hasta secar la botella.
Así que, como os podréis imaginar, nos hemos quedado enamorados de las barbacoas de Sauvic, un gran producto, que nos facilita la labor de conseguir una burger al más puro estilo parrillero y con la que las reuniones en casa suben de nivel. Ideales para una celebración íntima o una fiesta con amigos que harán que no queramos escuchar nunca más sobre planchas. Ahora os toca a vosotros, ¿os animáis a replicar esta receta? ¿Os gusta el rollito barbacoa en casa?
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