Con una terraza estupenda y un salón grande, con una decoración la mar de apañada, te puedes sentar a hojear su carta, tomar algo o disfrutar de sus princesitas, de las que hablaremos en un rato.
En la carta no vamos a encontrar locurones de platos y más bien se apuesta por lo clásico, es decir, mucho queso, mucho bacon y todas sus combinaciones; con alguna honrosa excepción. Eso sí, se os hará igual de difícil elegir una hamburguesa, porque, desde la primera a la última, todas son muy apetecibles. Y más con unos precios contenidos, con los que se nos garantiza el disfrute sin acabar en la ruina.
Así que nos pusimos mandíbulas a la obra con una ración estupenda de nachos Tex-Mex, con muchísima carne, como no podía ser de otra forma, queso fundido bastante sabroso, un guacamole más bien escaso y unas verduritas picadas. Todo en muy buenas cantidades y con unos totopos más cercanos a lo que esperamos, es decir, trozos irregulares de tortillas, muy crujientes y espectaculares remojados en toda la mandanga.
Con tanto hablar de carne, os podéis imaginar lo que encontramos nada más dar un bocado a la Rústica, con bacon (un poco salado) y queso Gorgonzola, con base de cebolla y pimientos pochados. Sencilla, pero efectiva, que queda un poco ensombrecida por un punto de sal en el límite del mal, pero que no resta el sabor profundo de las brasas.
Y si a todo esto le añadimos que el picado del patty maravilloso y que el punto de cocinado del mismo es clavado al solicitado, estamos ante un plato a tener muy en cuenta, con un fallo, único, que puede ser fruto de un día (tendremos que volver para comprobarlo).
Por otro lado tenemos a la Ranchera, con la misma fórmula que la anterior, pero con mozzarella y cheddar como opción láctea, espectacularmente fundidos, que disimulan un poquito ese punto de sal. Maravillosa y cremosa mordida que nos hizo suspirar.
Abrazando el conjunto, tenemos un pan de brioche fresco, con un totado ligerísimo y algo dulce, que no desmorona en ningún momento y que sólo aporta puntos en cada bocado. El lado con más sombras viene de las patatas fritas, en buena ración y de tipo dipper, aunque no haya nada que remojar. Congeladas o preparadas "de fáfrica", con ketchup pasan.
¿Os acordáis de las princesitas? Pues eso cayó de postre. Una elaboración propia que es como una masa hojaldrada de palmera, recubierta con una generosa capa de chocolate fondant y de un tamaño comedido. Ideales para merendar o tomar con un café, como hicimos nosotros. Sin duda, un tesoro el que nos encontramos.
En definitiva, la visita a Buenos Días Princesa nos encandiló. Por el amor que tienen por a carne, por ese sabor a brasas, el servicio súper simpático y un local estupendo, que hace perder un poco el exceso de sal, pero que cumple con creces. Otra apertura exitosa de 2019 que, esperamos, explote en 2020, porque se lo merece.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 DOBLE DE CERVEZA: 2.75 €
1 REFRESCO: 2.60 €
1 NACHOS TEX-MEX: 7.5 €
2 HAMBURGUESAS: 15 €*
2 CAFÉS: 2.95 €
4 PRINCESITAS: 4.6 €
*Nosotros aprovechamos una oferta de dos hamburguesas por 15 €. Si vais un día normal será un poquito más caro, pero con esta oferta, realmente merece la pena.
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