Ya sabéis lo que nos gusta movernos, ya sea por las calles de nuestra amada ciudad o las de cualquier otro punto del planeta. Cualquier plan es más divertido si incluye una hamburguesa y por eso, tras dar una vuelta por Burgos, ver su imponente catedral, sus bares y demás, nos decidimos a caer en Hammmbur, un garito especializado en carne emparedada, con opciones exóticas, como el potro o el cordero o algunas que nos suenan más como la ternera, el cerdo o hasta el Black Angus escocés, además de alguna que otra opción vegetariana. Todo con unos precios adecuados, aunque algo elevados, si nos paramos a pensar que los platos se presentan sin guarnición, aunque merece la pena.
Lo mejor de todo es la ubicación, súper céntrico todo, aunque la competencia es dura, ya que este local se encuentra rodeado de bares, con sus pinchos y sus vinos; aunque esto no es impedimento para que se acabe llenando, lo cual, para los dueños es muy positivo, pero para nosotros, que nos gusta tener nuestro espacio, es todo un engorro, debido a que las mesas están tan juntas que, a duras penas, pudimos salir de nuestro hueco. Aparte de esto, encontramos una decoración informal, con paredes blancas, mesas altas y moldes con los nombres de los productos cárnicos que se utilizan.
Como no encontramos acompañamientos, pedimos unas patatas chips que nos llegaron casi como un entrante, ya que la ración es ideal para compartir, aunque peca de un exceso de condimentado que hará difícil que acabemos con ella. Lo mejor, las propias papas, cortadas, más bien, panaderas, nada aceitosas y muy bien cocinadas. Estupendas para comer solas o remojándolas en alguna de las salsas caseras que nos ofrecen.
Pero como aquí se viene a comer hamburguesas, eso es lo que hicimos. Empezamos con la Deleitosa, que incluye una carne de vaca premium 200 gramos, champiñones, cebolla caramelizada, crema de queso y calabacín a la plancha. Bien en cojnunto, pero a un paso y medio de volvernos locos. Los ingredientes no acaban de juntarse y aunque por separado están bastante bien, en la mordida echamos de menos un poquito más de rock and roll.
La carnaza aquí es la protagonista, con un buen picado y gran textura, se nos antoja ligeramente sosa, aunque no podemos negar su calidad y sobre todo, el buen hacer en cocina para que nos llegue al punto seleccionado. Eso sí, el panecillo que abraza el conjunto, que en este caso fue el rústico, a nuestra elección, llega sin tostar y más grande que lo que lleva dentro, por lo que será muy fácil que acabemos comiendo sólo pan, crujiente, eso sí y muy fresco.
Ahora llega la opción local, la Hammburcilla y sí, lo habéis adivinado, el ingrediente estrella aquí es la morcilla, que para eso estamos en Burgos. Lo malo es que, aunque esperamos un pelotazo de sabor de este embutido, acabamos deduciendo su presencia de una forma muy justita ya que, intuimos, va mezclada con el resto de la carne de ternera, lo que hace que ambas se resten profundidad mutuamente.
Para completar el conjunto tenemos unos pimientos que tampoco aportan mucho, al igual que la loncha de queso y una cebolla caramelizada que roba todo el protagonismo, aportando un dulzor tremendo.
Aquí el panecillo elegido, clásico, funciona peor, ya que se queda demasiado blando y sin ninguna gracia, hasta tal punto de hacernos echar de menos el rústico.
En definitiva, Hammmbur hace las cosas bien, aunque todavía le queda un poquito para robarnos el corazón. Se nota el cariño y eso nos gusta para valorar un local que se ha hecho un hueco en una ciudad donde la hamburguesa no tiene una presencia poderosa, haciendo que la inversión en este tipo de locales sea arriesgada. Producto de calidad, bien tratado y con margen de mejora.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 AGUA: 1.8 €
1 REFRESCO: 2.3 €
1 PATATAS CHIPS: 2.9 €
1 HAMBURGUESA DELEITOSA: 9.5 €
1 HAMMMBURCILLA: 9.9 €
TOTAL: 26.4 €
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