Ya llevábamos mucho tiempo echándole el ojo a un pequeño local ubicado en Valdemoro: La osa, que, bajo el subtítulo de "handmade burgers", nos llamaba cada vez que veíamos las fotos que publicaban en sus Redes. Pues bien, tras unos cuantos ejercicios de coordinación y con la excusa de probar las nuevas hamburguesas que han incluido en carta, allí que nos presentamos, con ganas de conocer, probar y relamernos.
¡Y vaya que si lo hicimos! Con un salón muy cuco, decorado con mucho gusto y con un espacio que, aunque tirando a pequeño, nos acoge perfectamente, con mesas grandes y espacio adecuado entre ellas. Aquí reina el neón, los azulejos y la madera, para hacernos sentir cómodos y ponernos muy difícil la elección en una carta adecuada, ni muy corta ni muy larga, con opciones para todos los gustos y un único mantra: la calidad de lo casero. En cuanto a precios, decente, sin nada que nos pueda suponer una sorpresa.
Empezamos con un entrante espectacular, adecuado para compartir hasta con tres personas. Se trata de los nachos de la casa, con un pulled pork cocinado a baja temperatura durante muuuchas horas, unos totopos súper crujientes, mucho, mucho queso y quizás su único punto negro: demasiada salsa barbacoa, que hace que el dulzor sea, a veces, algo excesivo, pero que, en pequeñas dosis, crea un contraste con la carne y el resto de ingredientes casi perfecto.
Continuamos con las novedades. Primero, la smash burger, como no podía ser de otra forma. Nos encontramos aquí con dos patties finitos, aplastados y con su costra, aunque no al porcentaje de Maillard que podría contentar a los más exigentes con esta especialidad. Y es que esta técnica casi demanda una única plancha, con su temperatura exacta y eso se torna más complicado si hay que cocinar otras carnazas, lo que condiciona su temperatura. Independientemente de eso, los discos presentan una jugosidad exacta, la cebolla da sabor y la salsa de carne secreta (que no hay forma de que suelten qué lleva), aunque en una cantidad excesiva, aporta cremosidad y sabor.
Ahora vamos con la gran sorpresa, la creación que justifica una visita a La osa por sí misma. La hamburguesa con costillas, cocinadas a baja temperatura, desmigadas y con unas virutas de crispy bacon casero, que crean un contraste meloso y crujiente capaces de llegar casi al éxtasis. Además, el disco de carne, aquí de más envergadura, se presenta súper tierno y meloso, lo que aumenta la sensación de placer en cada mordida.
Como decimos, la carne, sin tener una potencia propia de una gran protagonista, aquí destaca por su textura. Sí que echamos más un poquito más de punch, pero se compensa con una suavidad general y un equilibrio inusitados. Con un picado medio excelente y un punto clavado a lo que solicitamos. Una vez más, queda demostrado que cuidar los detalles no cuesta tanto y eso al final marca la diferencia. En cuanto al pan que abraza el conjunto, estamos ante un brioche tierno, que no aporta dulzor y que se presenta tostado. Pero lo más importante es que aguanta sin desmoronarse, lo cual es un triunfo, porque la cantidad de jugos y salsas que contiene cada hamburguesa es excepcional y el chorreo es máximo.
Las burgers vienen sin acompañamiento, aunque recomendamos pedir, al menos, una ración de patatas fritas, sin más, súper crujientes, obscenas en su sabor y posiblemente opción perfecta para entrar, pedir unas cuantas y salir a pasear como si de unos guiris por Valdemoro se tratase.
En definitiva, esta visita a La osa cubre las expectativas, altas por las fotos y compensadas por el sabor y simpatía de su servicio. Sin duda, gran trabajo el que se realiza aquí y que, para una visita y probar sus locuras, dejará satisfecho al hamburguesero más exigente. Ya estamos deseando volver y seguir probando sus creaciones más clásicas.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 TINTO DE VERANO: 2.7 €
1 CERVEZA: 2.6 €
1 NACHOS: 8.3 €
1 DOBLE SMASH BURGER: 12.5
1 HAMBURGUESA CON COSTILLAS: 13.9
TOTAL: 40 €
Comentarios
Servicio nefasto
Añadir nuevo comentario