Siempre que vamos a Zaragoza, hablamos con los amiguetes de High Grossery para que nos aconsejen y nos fiamos de ellos al 100%. No es para menos, hemos crecido juntos, viendo cómo el Grossery se zampaba toda la ciudad sin quitarse su famosa gorra. Así que, esta vez, al fin, pudimos animarnos a probar Mai Tai, quizás el garito hamburguesero más famoso de la capital del Pilar, así que, tras confirmación con los que más saben, para allá que fuimos.
Actualmente, cuentan con dos locales. Nosotros fuimos al situado en el Centro comercial El caracol y encontramos un restaurante lúgrube, con un aspecto más de bar de copas o cocktail que otra cosa. Claro, es que siempre ha sido el lugar perfecto donde probar combinaciones de inspiración polinesia, como los volcanes o los Mai tais que dan nombre a la empresa. Y es que, desde hace unos años, parece que se han querido expandir con el tema de la gastronomía, creando hamburguesas con carnes de alta calidad y combinaciones la mar de alocadas, como su propio nombre indica, buscando la fusión exótica de sabores. Bueno, también se han metido con las colaboraciones de influencers, contando con casi toda la carta mencionando a celebreties de las redes mañas.
Si obviamos la gran variedad de productos dispares y nos centramos en las hamburguesa que ofrecen en su carta, lo primero que nos llama la atención es eso, la enorme cantidad de combinaciones y mezclas de ingredientes, algo de lo que no somos muy amigos, sobre todo cuando se juega a combinar gustos y texturas tan contrastadas. Bueno, también resaltan los precios, elevados para Madrid, Zaragoza y cualquier sitio que se precie. Pero como decimos siempre: si merece la pena, no hay problema por el precio.
Como llegamos con el tiempo justo y no quedaba mucho para que cerrasen, fuimos directos a por las burgers, comenzando por la Emily in Brooklyn, recomendada por los Grossery y con la promesa de ofrecernos una buena interpretación de la famosa burger neoyorkina. El resultado, al menos a la vista, es espectacular, con un pan de tipo pretzel, mucha salsa, una carne de buenas dimensiones y queso por todos lados.
El resultado de la mordida es bien distinto, con un exceso de salsa que hace muy difícil de agarrar el conjunto, pero que no ofrece apenas sabor y mucho menos el picante que debería. Además, contrasta con la cebolla caramelizada, resultando una amalgama de sabores que ensombrecen a una carne que promete ser la repanocha, pero se queda en una textura más o menos agradable, sin ninguna presencia. Además, el panecillo no se presenta tostado y acaba sucumbiendo ante tanto fluido y jugo.
No se nos preguntó por el punto de cocción de la carnaza, aunque, más o menos, se nos presentó como nos gusta solicitar. Además, el picado de la misma es adecuado, aunque algo más fino de lo que nos gusta para un patty de este grosor. Todo decente, pero sin hacernos alucinar como esperábamos de un sitio con tanta fama.
Por otro lado tenemos la Hamburloca, una smash burger con dos discos de carne, queso y ¡ojo! un trozo de tarta de queso en la mitad. Una idea muy original, que no deja de sorprendernos, aunque se carga el conjunto y no conseguimos disfrutar ni de la carne ni del dulce. Además, no sabemos si fue por las prisas por cerrar, pero la carnaza se presenta sin ninguna costra y se denota una falta de prensado en la plancha, como si los patties estuviesen preformados por el proveedor.
Se salva un poco el pan, de tipo brioche, pero sin aportar un dulzor excesivo. De eso ya se encarga el trozo de tarta del interior. Curiosa combinación, pero ejecutada de forma insuficiente.
Le sumamos a la decepción las patatas fritas que acompañan sendos platos, de tipo gajo y congeladas, que no aportan nada, sino que más bien restan. Y es que somos de los que piensan que no te puedes currar un plato con buenos ingredientes para luego reducir el acompañamiento a algo prefabricado. Eso sí, la salsa que las acompaña no está mal y algo consigue disimular.
En definitiva, nos ha sorprendido mucho este Mai Tai, ya que tiene una fama que traspasa las fronteras zaragozanas al más puro estilo Kase.o, pero, al menos nosotros, encontramos unas hamburguesas sin alma, cocinadas con prisa y que se apoyan más en las combinaciones locas de sus ingredientes, que en la buena construcción de las mismas. Se presupone cierta calidad en la carne, pero claro, con tal amalgama de contrastes, es complicado valorarlo.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
2 BOTELLAS DE AGUA: 5 €
1 EMILY IN BROOKLYN: 15.95 €
1 HAMBURLOCA: 14.95 €
TOTAL: 35.9 €
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