MILWAUKEE BURGER: LAS SMASH BURGERS CON MANTEQUILLA QUE CONQUISTAN MADRID

Publicado por HeM el 14/10/2022

Si hay un local que ha abierto hace poco y del que todo el mundo habla, ese es, sin duda, Milwaukee Burger. ¿La razón? Pues aparte de explotar el boom de la smash burger, su técnica de cocinado incluye la mantequilla como base para proporcionar felicidad a nuestras barriguitas.

Situado en pleno barrio de Malasaña, nos encontramos con un local informal, con una barra como núcleo del espacio y en la que nos sentaremos a zampar mientras vemos a los camareros y cocineros hacer su magia. Todo muy cercano, sin trampa ni cartón y con una gran amabilidad, creando un buen rollo desde que entramos hasta que salimos. Y esa relajación la encontramos también en su carta, con unas tres hamburguesas carnívoras a elegir, algún sándwich y opciones veganas; además de acompañamientos, bebidas y cocktails muy cachondos. En cuanto a precios, hemos de decir que están muy bien, ya que no se aprovechan de esta, para algunos, moda y no suben mucho nuestro presupuesto para comer.

Con esta promesa de hacernos flipar con los sabores más básicos de la hamburguesa, nos lanzamos, primero, a por la bacon cheeseburger single, es decir, con un patty de 90 gramos aplastado sobre la plancha incandescente, que deja como resultado una costra casi perfecta, por un lado, eso sí, lo que resta puntos; nos deleitamos con un bacon súper crujiente, sabroso y nada grasoso y un queso fundido de maravilla. Además, el toque clásico de la cebolla, el pepinillo y la salsa de la casa, consiguen esos toques de vinagre y cremosidad que nos hacen morir con el primer bocado.

Bacon Cheeseburger Milwaukee Burger La carne, protagonista en todos los aspectos, es espectacular a la vista, aunque se queda un poco lejos de lo esperado, ya que su sabor casi no está presente y la jugosidad tampoco es su fuerte. Muchos dirán que es lo habitual cuando se cocina con la técnica de smash, pero nada más lejos de la realidad: una buena costra, fruto del Efecto Maillard, precisamente, lo que consigue es retener la mayor cantidad de jugos y el interior, aunque finito, puede albergar ternura y potencia. No sabemos si, quizás, el problema sea el proveedor, La Finca, ya que, en nuestra dilatada (por no decir viejuna) experiencia, hemos visto muchas irregularidades en su producto final.

Por otro lado tenemos la Milwaukee burger, con los mismos elementos que la anterior, pero con el añadido de la mantequilla a la hora de cocinar y esta vez sí, con doble de carnaza. Hay que decir que sí, la mantequilla se nota, que el conjunto global se ve realzado con este añadido, pero la ligereza no se ve afectada a la hora de zamparnos esta hamburguesa. Sigue siendo fácil de comer, la digestión no se hace pesada y ganamos un poquito más de potencia en nuestras papilas gustativas.

Milwaukee Burger En cuanto al pan, si habéis hojeado la carta, veréis que especifica que es brioche, pero no, se trata del potato roll de Juanito Bakery, muy de moda y bastante sobrevalorado, para nuestro gusto. Sí, es una mezcla de estilos, algo que hace que se quede a medio camino entre un brioche tradicional, con su retorno al ser aplastado, su dulzor y su color característico, pero con cierto toque de pan de patata, esponjoso y ligero. Para nosotros, no es la mejor opción para este tipo de burgers, aunque sí que se acerca.

Y como las hamburguesas se presentan sin acompañamientos, elegimos una de las dos opciones, que se trata de patatas fritas congeladas, cortadas en bastones y a toque de sal, aunque también nos podemos decantar por la versión especiada y con bien de salsa de la casa. Nosotros nos fuimos a por una opción básica y qué queréis que os digamos, igual es mejor ahorrarse esto y lanzarse a por una burger más, porque tampoco aportaron mucho a nuestra experiencia.

Patats Fritas Milwaukee Burger Como conclusión, Milwaukee nos ha gustado, nos ha ilusionado, pero no nos ha alucinado tanto como esperábamos. Con buena materia prima y un cocinado cuidado, esa costra single es su mayor punto negativo (que tampoco es demasiado llamativo). Buenas burgers, aunque nos queda probar sus sándwiches y sus cocktails. Bien de precios y buen ambiente. Sienta las bases que demuestran que la smash burger no es sólo una moda pasajera y que ha venido para quedarse, posicionándose como uno de los imprescindibles madrileños, que todo el mundo debería probar.