Si de algo podemos presumir, es de la cantidad de años que llevamos en esto de probar y comentar hamburguesas. Y si algo hemos visto, es la evolución que ha tenido nuestro plato favorito en Madrid y en el resto de España, explotando como una moda y expandiéndose a casi cualquier rincón de nuestro país y el extranjero. Hemos sido testigos de cómo un negocio familiar se convertía en el gran referente hamburguesero o lugares que destacaban y en los que hicimos nuestro primer evento, se ha transformado en un monstruo, presente en centros comerciales de referencia. Este último ejemplo es el de New York Burger y su cambiante imagen de marca, que pudimos visitar en una de sus últimas ubicaciones: Parquesur, un monstruoso homenaje al consumismo, sito en Leganés y que, con el lema de las brasas y el humo por bandera, quiere conquistar a propios y extraños, como ya hizo con nosotros hace ya unos cuantos años.
Y desde luego, no os mentimos cuando os decimos que nos encanta su nueva imagen, más alejada de la madera y la elegancia de antaño y tirando hacia el rollito neoyorkino de las slaugtherhouses y lo industrial, con sus neones y sus camareros uniformados. Todo para ofrecernos las combinaciones más clásicas de su carta, junto con algunas novedades, adaptadas a los nuevos tiempos hamburgueseros que vivimos.
Empezamos reencontrándonos con unos viejos conocidos: los nachos, em esta ocasión presentado en media ración y con los ingredientes clásicos. Pero encontramos ciertas diferencias, como la segmentación del plato a la hora de colocar los ingredientes. Es decir, en cada parcela del mismo encontramos el queso por un lado, el "pico de gallo" por otro, la crema agria y el guacamole por otro y un poquito, muy poquito de alubias por otro. Aunque el sabor es más o menos como antes, la fórmula de presentación no nos convence y el mezclar los totopos con el resto se convierte en una tarea muy complicada. Aún así, sigue siendo un entrante adecuado y decente para compartir.
En cuanto a platos principales, comenzamos con la mítica Queens. Una básica de NYB que ofrece carnaza, queso, bacon, pepinillos y verduras. Combinación sencilla, en tamaño pequeño, pedida al punto de cocción que falla en lo principal, la carne, que resulta seca y con un picado apelmazado, perdiendo todo el sabor propio y a la vez, el de ahumado. Resultado: de nuevo, la gran protagonista queda a merced de un bacon rico, pero algo salado y del aporte de los pepinillos como único reclamo gustativo.
Ahora vamos con una de las últimas incorporaciones a la carta de NYB: la Nolita, con cebolla confitada y bacon ahumado macerado en bourbon y doble de queso fundido. Suena bien, ¿verdad? Pues acaba resultando en los mismos problemas de la anterior. Una carne apelmazada y escasa de sabor, un bacon que está, pero que podría aportar más y un dulzor excesivo de la cebolla. Se salva, como casi siempre, el queso, cremoso y muy bien fundido con la carnaza.
Y es que, añadido a la dificultad de cocinar en un horno Josper, que ahúma, pero reseca los elementos que se preparan dentro, el picado tan fino de la carne hace que el calor no se distribuya bien por el interior de la misma, resultando una cocción excesiva y una textura que resulta atractiva por fuera, pero decepcionante por dentro.
Eso sí, el pan, una vez más, salva el conjunto, de tipo brioche y muy bien tostado con mantequilla, aguanta los jugos y no se desmorona. Además, no reclama un protagonismo que desaparece de todos los ingredientes a los que abraza.
Como acompañamiento, podemos elegir varias opciones, aunque nosotros nos lanzamos a las patatas fritas, cortadas en bastones muy finos y súper crujientes. Aquí no hay fallo, buenísimas. También probamos la ensalada de col, líquida, como a nosotros nos gusta y con un sabor adecuado. Buenos escuderos de unas hamburguesas que se quedan a medio gas.
En definitiva, New York Burger ha crecido, sí y la gente lo apoya, pero notamos un descenso de calidad o cuidado de los ingredientes en los últimos años, con irregularidades que no se pueden aceptar en una marca que presume de ciertos valores. Además, el servicio, en esta ocasión, parecía perdido, sobrepasado o simplemente cansado. En cómputos generales, salvo la imagen potente y ciertos detalles, NYB nos deja, de nuevo, sorprendidos, para mal, aunque con ganas de comprobar si, en algún momento, pueden volver a las raíces y volver a ser ese local que nos emocionaba con sus creaciones.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 CERVEZA: 3.25 €
1 CERVEZA SIN ALCOHOL: 3.5 €
1/2 RACIÓN DE NACHOS: 9.5 €
1 HAMBURGUESA QUEEN TALLA S: 12.5 €
1 HAMBURGUESA NOLITA TALLA M: 13.5 €
TOTAL: 42.25 €
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