PANTÍN: Hamburguesas en una calle mítica

Publicado por hugo el 23/05/2018

La Calle Echegaray se intenta quitar, poco a poco, ese lastre de ser la zona por donde pasean propios y extraños en horas nocturnas, que buscan o llegan a los garitos de los alrededores. La apertura de ciertos locales gourmet ha hecho que el giro gastronómico vaya creando una transición, aunque le queda bastante para ser un referente. Este movimiento no podía ser serio hasta que no abriese, mínimo, un lugar donde degustar carne emparedada como se merece. Su nombre es Pantín y todavía huele a nuevo, con las mesas bien juntas, algo que no nos suele gustar cuando lo vemos y una decoración bastante minimalista.

Collage Local Pantin En la carta encontramos entrantes variados como nachos, los sempiternos tequeños o fingers de pollo, a por los cuales nos tiramos de cabeza. Por supuesto, las hamburguesas ocupan, prácticamente, todo el eje de las propuestas y son muchas y variadas las que podemos encontrar, con precios que van desde los 10 € hasta casi los 12 €.

Collage Carta Pantin Como os decimos, lo primero que pedimos fueron tenders de pollo, muy consistentes y generosos, ideales para compartir entre dos y hasta tres personas, ya que también llevan patatas fritas, congeladas, eso sí, pero muy ricas, muy bien sazonadas y cocinadas. Además, se puede remojar todo a gusto en una salsa barbacoa dulce y picante, que hizo nuestras delicias al juntarla con un pollo jugoso, en su punto y con un rebozado crujiente.

Fingers de Pollo Pantin Con el estómago bastante lleno, llega el turno de las hamburguesas. Empezamos con la Señorita, que incluye, además de la carne, queso mozzarella rebozado, canónigos, aguacate cortado en medias lunas y salsa de vinagre balsámico. Aparte del problema de lo resbaladizo del conjunto, el bocado es suave y todos los ingredientes se dejan degustar por separado. Nos gusta mucho el crunchy del queso con la textura de la carne, aunque le podríamos pedir un poquito más.

Hamburguesa Señorita Pantin Como decimos, la carnaza está bien, aunque le pediríamos un poquito más ya que, aunque nos gustó su textura, degustamos un picado algo excesivo, lo cual, a veces, nos da la sensación de estar comiendo carne molida. Aparte de esto, hace que sea muy difícil de cocinar y en lo referente al punto, a pesar de haberlo pedido poco hecho, cada burger nos llegó cocinada de una forma diferente. Eso sí, ambos patties estaban muy bien condimentados.

Detalle Corte Burger Pantin La otra hamburguesa, que recibe el nombre del local, tiene más sombras, comenzando por el queso, demasiado salado, que se acaba comiendo el sabor del resto de ingredientes, como por la altura del conjunto, que hace que sea muy difícil de agarrar, lo cual se acentúa todavía más porque el panecillo, de tipo americano clásico (nos recuerda bastante al de Five Guys), acaba cediendo ante la gran cantidad de jugos que se desprenden del interior y todo sin tener en cuenta que viene muy bien tostado, con su mantequilla y todo.

Hamburguesa Pantin De las patatas fritas que acompañan todas las hamburguesas no vamos a repetir lo que hemos dicho arriba, simplemente son congeladas, pero sabrosas y en unas cantidades más que adecuadas. Así que, con todo esto, no pudimos llegar al postre en esta experiencia que nos gustó, a pesar de encontrar fallos, pero hay que tener en cuenta que, a la hora de escribir este post, a penas llevan abiertos tres días, así que les queda mucho margen todavía para corregir los pequeños fallos y acentuar sus virtudes para convertirse en sitio muy a tener en cuenta, sobre todo los días de fiesta. Volveremos a comprobar sus evoluciones.