A veces, la innovacion consiste en volver a los clásicos y en estos tiempos que vivimos, en los que la hamburguesa ha pasado por muchas fases: el gigantismo, las mezclas guarronas, el buey por todos lados, la maduracion excesiva y, por supuesto, las smash burgers. Por eso, encontrar nuevos negocios que apuestas por lo habitual, sin estridencias y cuidando el producto de proximidad es todo un logro.
Y así nos ha conquistado Porca Vacca, un pequeño garito, situaldo en Malasaña, que abrió en noviembre del 2024 para ofecernos hamburguesas de las de toda la vida, con sabores sorprendentes y, debido a sus raíces italianas, con una mezcla de sabores la mar de interesante. Todo esto con unos precios que no se suben a la parra, cosa muy difícil de encontrar en estos días de lorura económica.
La carta, como el espacio, minimalista, sin grandes estridencias, pero con personalidad, nos ofrece cinco propuestas, muy diferentes, pero con un núcleo a tener en cuenta: la carne, aliñada con ajo y otras especias que no nos quisieron decir, que nos provoca un punch brutal en boca. Todo esto en un espacio pequeño, pero cómodo, con mesas altas y rodeados de ladrillos con mucha historia.
Como nos gusta probar lo más sencillo del menú, para comprobar la pericia que se practica en cocina, nos fuimos a por la hamburguesa madurada, a pesar de que no acabamos de promulgas con esta filosofía de la carne envejecida en exceso para una burger. Encontramos una carnaza muy jugosa, bien cocinada y con un picado ideal, proveniente de una carnicería cercana al restarurante. Sobre ella, sendas lonchas de bacon, no excesivamente crujiente, pero muy, muy rico. Además, una capa de queso cheddar estupendamente fundido, cebolla a la plancha y sus correspondientes verduras.
Como podréis comprobar en la foto de arriba, se trata de una hamburguesa de las de toda la vida, pero no por ello menos efeciva. Los sabores del aliño de la carne hacen que esa maduración no se acuse en demasía, pero sí que ayudan a conseguir un sabor diferente. Además, la salsa barbacoa es muy suave y no empaña el global del bocado, consiguiendo que este sea equilibrado y sabroso.
El pan, tostado de Madreamiga (antigua La miguiña), que ya conocemos de Burnout o el desaparecido Food truck, acompaña bien, con su apuesta de brioche ligeramente dulce, con un bajo porcentaje de harina de patata y que funciona muy bien en este tipo de burgers (no, en cambio, es una smash).
Como guarnición, tenemos unas patatas fritas, cortadas en dados, caseras y muy crujientes, que se presentan en una cantidad más que de sobra, que harán que no nos quedemos con hambre despues haber terminado con la última migaja. Con el tiempo, nos hemos enterado que s epuede elegir entre este acompañamiento o aros de cebolla, así que tedremos que volver para probarlos.
En definitiva, Porca Vacca nos ha gustado, nos ha gustado mucho. Tanto por su servicio amable y simpatico, como su cuidado por los detalles y la materia prima. Ofrecen carnes de calidad, trabajadas por su carnicero de confianza y buen hacer en la cocina. Y todo esto sin que nos cueste un ojo de la cara. Buen comienzo para un local valiente, que apuesta por estar fuera de modas y que lo hace realmente bien.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
2 HAMBURGUESAS MADURADAS: 32 €
2 REFRESCOS: 6 €
TOTAL: 38 €
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