Hace ya un tiempo que nos sorprendimos con las hamburguesas de El bidón, un restaurante fuelabreño que ofrecía una carta variada y cuidada, con unas cuantas cervezas artesanales y dulces variados; su clientela se diversificaba entre los locales de la zona y los aficionados a las bicis que allí se arremolinaban después de haber salido de ruta. Pero todo esto cambió y sus propietarios decidieron cambiar el rumbo, hacia un concepto más urbano, con una oferta gastronómica más delimitada y un rollito más caradura.
Así nació Wild, que conserva dimensiones y algunos servicios, como la zona infantil y las mesas corridas, pero que añade ese punto callejero en forma de graffittis en las paredes, sesiones de DJ's, etc. En este sentido, nos sigue encantando.
Seguimos con la carta, como decimos, mucho más precisa, con una hamburguesa, en versión smash, que se ofrece con uno o dos patties, un puñado de platos y dos postres. Así es, sencillo y directo, con unos precios más que adecuados.
Dicho esto, empezamos por los Nachos & the Papas, con unos totopos habituales, queso fundido, guacamole, crema agria, ternera al pastor (que se acerca más a una boloñesa) y pico de gallo, a los que acompañan unas patatas fritas congeladas, bañadas en más queso, esta vez líquido y con uns trocitos de bacon por encima. Vamos, que este entrante es un dos en uno de libro, que mezcla guarrindongadas y aunque no está mal, no nos dice mucho más. Aprobado raspado.
También quisimos probar el boniato asado con Gorgonzola, nueces, champiñones y cebolla crujiente, que sí que nos sorprendió al ofrecer una reinterpretación de la típica patata asada y que aporta cremosidad y dulzura para completar un bocado nuevo, curioso y rico.
Ahora sí, pasamos a nuestras niñas bonitas, las hamburguesas, concretamente las smash burgers que ofrecen en Wild y que son, también, un poquito más diferentes de lo que nos esperamos. Las dos versiones sólo cambian en el número de discos que incluyen, siendo las más deseada la de dos. Aquí se saltan todas las convenciones para ofrecernos un montante de lechuga, tomate, cebolla, pepinillos, bacon y queso Cheddar que se resume como una presencia casi testimonial. Además, la mezcla de ingredientes hace que el bocado se quede apelotonado y seco, debido, en parte, a la falta de salsas para lubricar una mezcla carnívora que suele ser un poco más complicada de deglutir.
Y es que la carne, la eterna protagonista, aquí cumple por la mínima, más cocida de lo habitual (como siempre, sospechamos de una temperatura de la plancha inadecuada y/o de una falta de aplastado correcto) y la costra es casi una ilusión. Si es este tipo de burger se le denomina de estilo californiano, sería mucho más correcto. Dicho esto, los patties se presentan más gorditos y casi sin prensar y como decimos, con un tiempo de cocinado excesivo, lo que hace que el calor cueza el interior del picado. Además, la mezcla con el resto de ingredientes desvirtúa todo el sabor y la jugosidad que pueda quedar.
Lo mismo ocurre en la versión single, aunque el queso tiene aquí más aportación. En ambas opciones, el pan elegido es un brioche que tampoco juega muy bien en estas combinaciones, aportando un dulzor excesivo a la mezcla. Aunque no todo van a a ser malas noticias: se presenta muy bien tostado, una alegría para nuestras papilas.
Como acompañamiento tenemos más patatas fritas, congeladas y aunque en buena cantidad, no aporta mucha personalidad a un plato que quiere destacar, pero que necesita más, en términos generales.
Y de postre, las dos tartas que hay en la carta. Son dos de queso, pero una de ellas más clásica y la otra de chocolate. Ambas con muy buena textura y ricas, aunque, como pasa con toda la experiencia, se quedan a medio gas y nos dejan buscando más locura ante el potencial de las mismas.
En definitiva, este cambio de rumbo que es Wild se queda en una experiencia con luces y sombras. Con un local maravilloso y opciones para todos los gustos y unos precios más que competitivos, le falta un poquito más de atrevimiento en cocina para ser esa joyita del sur de Madrid que estamos deseando encontrar. Potencial hay y mucho, pero la ejecución podría llevar esta marca a un nuevo nivel.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA
1 NACHOS AND THE PAPAS: 15 €
1 BONIATO ASADO: 12 €
1 SMASH BURGER DOBLE: 10 €
1 SMASH BURGER SINGLE: 8 €
2 TARTAS DE QUESO: 11.8 €
TOTAL: 56.8 €
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